Adiós a otro grande, Tony Leblanc

Adiós a un grande de nuestro cine, Tony Leblanc

Hace apenas unos días se nos iba Miliki, y en la jornada de hoy nos dejaba el actor y cómico Tony Leblanc, debe ser que en el cielo están aburridos y quieren llevarse la diversión allí arriba.
Tony Leblanc nació en Madrid el 7 de Mayo de 1922, con lo que contaba con 90 años, y fallecía hoy en su residencia de Villaviciosa de Odón a causa de un fallo cardiaco.
Ignacio Fernández Sánchez, que así era su verdadero nombre, fue uno de los actores cómicos más importantes de nuestro país, alcanzando su mayor popularidad en las décadas de los sesenta y setenta, con películas como El Tigre de Chamberí, Tres de la Cruz Roja, Los tramposos o El astronauta como algunas de sus películas más conocidas, además ya en el año 1998, Santiago Segura lo rescató para el cine, dándole el papel de su padre en Torrente el brazo tonto de la ley, esto revivió al actor ya que hacía pocas fechas sufrió un gravísimo accidente de tráfico, posteriormente participó en las tres secuelas de la saga. Para televisión su último trabajo fue en la serie Cuéntame cómo pasó.
Leblanc era un actor camaleónico, aunque siempre destacó como galán cómico y de pillo.
En el año 2002 se le concedió el Goya honorífico a toda su carrera, donde protagonizó más de 150 películas, y la Medalla de oro al mérito de la Bellas Artes.

Todo esto es la faceta más conocida de Tony Leblanc, pero el actor disfrutó de una vida repleta de emociones, desempeñando variopintas profesiones:
En su juventud intercaló su trabajo como botones y ascensorista en el Museo del Prado con el baile, siendo campeón de España de claqué en 1942.
También fue boxeador, donde participó en una treintena de combates amateurs y tres peleas como profesional, llegándose a enfrentar a Antonio Monzón, que fuera campeón de España y de Europa.
Compaginó el ring con el fútbol, jugaba de portero, primero en el Dorín, pasó al Fuyma y de ahí al Chamberí. Se cruzó en su camino el Atlético Aviación (hoy At de Madrid): "Me probaron cinco partidos en una pretemporada y sólo me marcaron dos goles, uno de ellos de penalti". Pasó el tiempo e intentaron ficharme, pero él ya había firmado por el Chamberí, un traspaso de tres mil pesetazas de la época". Con el Chamberí ascendió a Tercera tras pararle dos penaltis al Carabanchel en el partido decisivo. Su "mejor recuerdo de portero", demarcación que escogió porque de jugador se "cansaba mucho".
Fue un gran aficionado madridista. Le dieron la Medalla de Oro y Brillantes del club, "sin haber sido socio".
En definitiva unos de los grandes personajes de nuestro país, una persona querida y respetada por todos y que nos deja para siempre. Pero, que a su vez, perdurará en nuestros recuerdos gracias a sus películas y por su eterna sonrisa.

Que te vaya bonito maestro

Jesús M. Moreno